Cuando pensamos en todos los cambios que han surgido en la vida de las personas con la presencia del COVID-19 en el mundo y cómo las dinámicas internas de los hogares han cambiado, salen a flote las múltiples tareas que se han incrementado con el teletrabajo, la educación en casa, las labores propias del hogar, entre otras. ¡Todas estas actividades nos han cambiado la vida y con ella, nuestra paciencia y tranquilidad para afrontar el día a día!
Lidiar con nuestras propias emociones, con las de nuestras familias, con noticias nada alentadoras, con aumento e incertidumbre de la cuarentena, nos lleva, en muchos casos, a perder el límite y sentir impotencia frente al cúmulo de emociones que nosotros mismos (papás, mamás, abuelos, tíos) estamos experimentando y nuestros niños y adolescentes también. Lo preocupante allí es que en el ir y venir de los días, con las múltiples demandas que surgen en casa, no nos estamos encargando de darles la atención que requieren estas emociones, es decir, no nos damos espacios ni tiempos de tranquilidad para recargar nuestras energías.
Es importante reconocer y entender que sentir una variedad de emociones es normal, es propio del periodo por el que estamos atravesando y podemos casi sentir que tenemos una montaña rusa de emociones; hay días en que nos despertamos muy bien y hay días, en que ni nos queremos levantar de la cama, sintiendo tristeza, desánimo, frustración y hasta rabia. Todo esto producto de tiempos de cercanía entre los miembros del hogar, confinamiento y falta de contacto con el mundo exterior.
Sin embargo, aunque lo preocupante no es sentir estas emociones, lo preocupante es no darle los espacios para reconocerlas y afrontarlas. Cuando pensamos en tranquilidad nos remitimos a espacios de paz y armonía y conectamos con lugares, momentos placenteros, personas, etc. Cada uno de estos nos traen calma y serenidad de manera particular.
Aun en medio de días de caos y compromisos por cumplir, te invitamos a seguir estos tips que te permitirán lograr momentos que reconforten tus días:
Una vez más te recodamos que: ¡Está bien permitirte sentir! No pongas en duda o cuestiones con rabia lo que estás sintiendo, conéctate con tu emoción y permítete descubrir qué hay detrás para poder reconocerla y saber qué necesitas para afrontarla.
Colaboración: VIVIANA BAYUELO MOLINA. Psicóloga. Centro Educativo Infantil Happy Time.