El COVID-19, enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, ha afectado a 208 naciones en los 5 continentes. Esta situación ha cambiado, de manera drástica, la forma en la que llevábamos nuestra rutina diaria. Según los expertos, la forma más eficiente para evitar más contagios es el distanciamiento social, es decir, mantener la mayor separación posible. Debido a esto, varios países (más de una cuarta parte de la humanidad) han implementado esquemas de cuarentena o aislamiento, por medio de los cuales los ciudadanos debemos permanecer en nuestros hogares.
El hecho de estar varias semanas en casa, puede ser efectivo contra el COVID-19. Sin embargo, a la vez, puede alimentar una pandemia, que ha estado en silencio con más de 1.900 millones de personas en Sobrepeso y más de 650 millones de obesos en el mundo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El Doctor Julio Álvarez Pite, vocal de actividad física del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría (AEP), afirma que, al estar expuestos los niños y niñas a periodos prolongados de inactividad, existen impactos directos en ellos a nivel de su composición corporal, riesgo cardiovascular, comportamiento inapropiado, conducta prosocial, condiciones físicas inadecuadas y repercusiones en su autoestima.
Por lo anterior, debemos prestar atención y evitar los riesgos. Les ofrecemos a continuación una serie de pautas, que pueden tener en cuenta durante estos días de confinamiento, para mejorar la condición integral de nuestros niños y niñas, y que la cuarentena no les pase factura.
- Realizar pequeñas actividades de, al menos, 30 minutos, 2 o 3 veces al día. Tienen que ser propuestas a modo de juego y que supongan algún desafío cognitivo o similar. Ejemplo: aprender coreografías con vídeos que circulan por la red, pueden escoger sus canciones favoritas. Bailar es perfecto porque implica un nivel de atención que va a permitir desconectarnos de noticias y lo mejor, se puede hacer en familia; actividad que, sin duda, mejorará el estado de ánimo.
- Dedicar 30 minutos a aprender ejercicios nuevos y divertidos como trucos de comba (saltar cuerda), juegos populares, circuitos de habilidades motrices, yoga para niños y ejercicios de Animal Flow, que imitan pasos de animales y trabajan, de una manera global, la fuerza muscular, la coordinación y la salud ósea y articular.
- Programar cuatro comidas diarias (desayuno, media mañana, almuerzo y cena), con horarios que se cumplan, lo que permitirá que disminuya la ansiedad y se evite el picoteo de snacks.
- Establecer un horario para ir a dormir temprano, respetando así el ciclo circadiano del sol, que mantiene los niveles de hormonas estables y repara nuestras células correctamente.
- Consumir alimentos crudos como ensaladas, verduras y frutas frescas todos los días.
- Incorporar proteínas como carnes, pollo, vísceras, cerdo y pescado fresco, en lo posible.
- Evitar el consumo de calorías vacías, es decir, aquellas que aportan mucha energía pero poco contenido nutricional, como los azúcares, los alimentos procesados y las bebidas industrializadas.
- Incentivar una alimentación saludable, adecuada, armónica y de buena calidad nutricional, por medio de menúes que tengan todos los nutrientes necesarios para reforzar, todo lo que podamos, el sistema inmune. El Plato saludable de la Familia colombiana es una muy buena opción para tener en cuenta. Éste comprende macro nutrientes (carbohidratos, proteínas, lípidos y oligoelementos) distribuidos de la siguiente manera: cereales (raíces, tubérculos y plátanos: como papa, yuca, maíz, pastas, arroz, pan, entre otros), frutas y verduras (papaya, banano, piña, naranja, mandarina, tomate, zanahoria, brócoli, cebolla, lechuga, entre otros), leche y productos lácteos (quesos, leche líquida, yogures, kumis, entre otros), carnes, huevos y leguminosas secas (pollo, cerdo, res, pescado, lenteja, frijol, palomito, entre otros) grasas (aceites de origen vegetal, aguacate, mayonesa comercial, margarinas, entre otros), azúcares (azúcares de mesa, dulces golosinas, postres, entre otros) y consumo diario de Agua Potable.
- Aprovechar las comidas caseras, ya que estamos en cuarentena; éstas que tienen menos aditivos que los alimentos procesados e industrializados.
- Controlar el tamaño de las porciones de alimentos, éstas deben ser acordes a la edad de los niños y niñas.
Este tiempo excepcional que estamos atravesando es el momento ideal para practicar estilos de vida saludables en familia. Además, es clave que los padres y madres sean el mejor ejemplo. Esforcémonos por seguir a diario prácticas que repercutan satisfactoriamente en la niñez.
¡Veamos esta cuarentena como una oportunidad para empezar a cuidarnos, a través del ejercicio físico y la buena alimentación que, además, refuerza nuestra inmunidad!
Colaboración: Ana Chellis Bonfante Acuña, Nutricionista Dietista
3 Comments
Probando 1, 2. 3
Excelente, valiosa información y muy acertada en estos tiempos que estamos enfrentando
Concejos para tener en cuenta ❤️