El confinamiento, debido al coronavirus, ha ocasionado la reestructuración de los hábitos y dinámicas familiares, por la presencia permanente de todos los miembros en casa, además del teletrabajo, la educación virtual y las nuevas formas de convivir para la realización de actividades cotidianas como mercar, celebrar cumpleaños, compartir con nuestros seres queridos, entre otros.
Ante esta situación, los recursos de entretenimiento y ocio que ofrecen las pantallas (tv, celular, computador, tablets, etc.) han sido una opción recurrente para papás, mamás y cuidadores, para quemar un poco más el tiempo de los niños durante el día y así, los padres puedan aprovechar estos momentos en otras tareas u oficios en casa. No obstante, a pesar de ser una ayuda, ha generado también preocupación sobre las consecuencias que esto pueda tener y sobre el tiempo adecuado que deben pasar frente a una pantalla.
Según un estudio de la Kaiser Family Fundation Henry J. y el Digital Media Centers (CDMC), un 43% de los niños menores de dos años ve la televisión a diario y casi uno de cada cinco niños (18%) ve videos o DVDs todos los días. Los menores de seis pasan casi dos horas al día frente a pantallas (el doble de lo recomendado), casi el mismo tiempo que pasan jugando al aire libre, y tres veces más del que pasan escuchando cuentos. Para los chicos, entre 8 y 18 años, el informe manifiesta la alta tendencia en mirar videos de música, escuchar música y chatear, es decir, para divertirse en su tiempo de ocio. Las habilidades sociales y la curiosidad pueden ser potenciadas por las redes, mientras sean experimentadas en su justa medida. Sin embargo, un 28% visita contenidos prohibidos para su edad sin ningún tipo de control y filtro, lo que posibilita el acceso a información no adecuada y a estímulos muy temprano.
Teniendo en cuenta lo anterior, los niños, niñas y adolescentes son los más afectados dentro de esta situación, dado que su capacidad para regular las emociones y buscar alternativas de entretenimiento están regidas por la conectividad propia de esta nueva era y la disposición y facilidad que brindan los padres y cuidadores para acceder a cualquier tipo de tecnología. Por ello, como adultos responsables y cuidadores de nuestros hijos, es importante establecer una serie de parámetros que permitan la sana convivencia y la armonía al interior del hogar, sin afectar las actividades propias de cada integrante.
Los niños y niñas de primera infancia requieren la orientación necesaria para el goce y disfrute de actividades alternativas a las que ofrecen las pantallas, haciendo que estas herramientas digitales se conviertan en una opción más a la hora de interactuar y estimular, pero que no sean el único medio de entretenimiento.
Para tales efectos, compartimos estrategias propuestas por la OMS (Organización Mundial de la Salud) en cuanto a pasar tiempo con los niños:
Si bien es cierto que no es recomendable el uso de pantallas por largo tiempo, en esta época es mejor uno o dos programas de televisión que un grito, un castigo o un golpe. Establece acuerdos con tus hijos antes de iniciar a ver televisión, usar el celular o jugar en la Tablet. Cumple esos acuerdos y no cedas en el tiempo que estipulas para el uso de las tecnologías. No nos estresemos, dejémonos ayudar de todas las herramientas que tengamos a nuestra mano para hacer este tiempo más llevadero, pero eso sí, intentemos no abusar, como se suele decir “todo en exceso es dañino”.
Es importante que establezcas rutinas, un plan del día, que les permita saber qué va a pasar. No necesariamente deben tener horas estipuladas para su ejecución, pero sí que conozcan lo que el día va a tener; ejemplo, que sepan que una vez que terminen sus actividades de pintura, podrán jugar con la Tablet. Una rutina clara con límites específicos, será una gran herramienta para tener una convivencia armónica.
Es época de reinventarnos y sacar a flote todo lo bueno de cada familia, donde la capacidad de ser resilientes y proponer alternativas de goce y disfrute familiar, no se vean amenazados por la situación presentada por el COVID-19. Nuestros niños y niñas necesitan nuestro respaldo, apoyo y escucha permanente para lograr disminuir los niveles de ansiedad que esta situación puede ocasionar.
Colaboración: Viviana Bayuelo Molina, Psicóloga.