La familia, los padres, madres y cuidadores son las figuras más influyentes en el desarrollo y la educación de los niños y niñas; a través de ellos internalizan valores, principios morales y normas sociales para la vida en comunidad.
Una crianza respetuosa en donde prevalezca el amor, la expresión de emociones, la empatía y el establecimiento de límites con amor y sin causar temor, es primordial para el desarrollo adecuado de los niños y niñas y para la construcción de una sociedad más sana emocionalmente.
Por ello, desde el Programa Pisotón queremos acompañar a los padres de familia en la crianza de sus hijos. Si eres papá o mamá, abuela o abuela, tío o tía, o estas rodeado de niños y niñas, queremos brindarte estas recomendaciones para que potencialices su desarrollo y facilites que crezcan en un entorno protector, rodeados de cuidado y por supuesto, de mucho amor:
Reconcíliate con tu historia, repite aquello que recuerdas con amor y evita aquello que recuerdas con dolor. Conocer y reconocer tu historia de vida y muy especialmente reconciliarte con ella, permitirá que aquellas situaciones que recuerdas desde el amor, las repitas con tu hijo (a) y las que estén enmarcadas desde el dolor sepas que son parte de tu historia y no por eso debes repetirla con ellos si no por el contrario, evitarlas.
Se paciente con el tiempo que necesita tu hijo/a y respeta sus ritmos. La paciencia es vital en el proceso de desarrollo y aprendizaje de los niños y niñas, por ejemplo, en situaciones cotidianas como aprender a recoger los juguetes, comer ciertos alimentos o cumplir con las tareas del colegio. Si bien, algunas teorías mencionan unas edades aproximadas para que los niños alcancen ciertos aprendizajes, es importante reconocer y respetar que cada uno tiene un propio ritmo y que no son necesarias las comparaciones. La paciencia y el amor son claves para alcanzar los objetivos.
Escúchalo/a con atención y a su altura. Cuando tu hijo(a) quiera contarte algo o vayas a hablar con él o ella, ponte a su altura de manera que sea fácil verse a los ojos mutuamente. Una mirada empática, desde su altura, le hará sentir que está siendo escuchado, que lo que te comparte es importante para ti, además que propicia una cercanía y conexión entre ustedes.
Exprésale todo tu amor. Un abrazo cálido, una sonrisa tierna, una mirada protectora, una palabra dulce o alimentar con entrega, son sólo algunas de las expresiones afectivas que puedes tener con tu hijo(a) desde sus primeros años, para expresarle todo lo que sientes por él/ella. Recuerda no condicionar tu afecto al comportamiento de él/ella.
Juega y ríe con él/ella. El juego genera vínculos, brinda espacios para compartir, permite que los niños expresen sus emociones y ansiedades, fortalece la autoestima y la construcción de identidad. Un tiempo de calidad para jugar entre padres e hijos abre una ventana de aprendizajes para los dos. No es necesario juegos muy elaborados o de última colección, cuando hay ganas y disposición de jugar, a tu alrededor encontrarás muchos elementos que les ayudarán a divertirse.
Exprésale admiración y orgullo por cada uno de sus logros. ¡Te felicito, estoy orgullo de ti! ¡Confío en ti! ¡Tú puedes hacerlo! ¡Me haces feliz! Son algunas de las frases que debes decirle a tu hijo para que sepa que estás orgullo de él/ella y que admiras cada uno de sus logros, así contribuyes a que crezca con mayor seguridad y confianza en sí mismo y en los demás.
Ayúdale a reconocer, regular y expresar sus emociones. La alegría, la tristeza, la rabia, el miedo o el desagrado, entre otras, son emociones completamente válidas e importantes en la vida. Reconocerlas, regularlas y expresarlas de manera adecuada es parte del proceso de aprendizaje en donde los padres deben acompañar y guiar a sus hijos(as). En este aspecto la comunicación entre ustedes es importante, el niño se debe sentir seguro y confiado para contarte lo que siente.
Establece reglas claras y explícale las razones de las mismas. Papá y mamá deben acordar las reglas y límites que van a establecer con sus hijos(as) y así evitar contradicciones o ambivalencias. Es importante explicar a los niños las razones de las reglas que se establezcan, para que comprendan el por qué y el para qué de aquello que deben obedecer. Recuerda que los límites siempre deben ser claros, con amor y sin temor.
Las experiencias tempranas de tu hijo/a constituyen su ser, ayúdale a hacer de su infancia su más hermoso recuerdo. ¿Qué es lo que más recuerdas de tu infancia? ¿Qué quieres que tu hijo(a) más recuerde de su infancia? Permite que los primeros años de vida de tu hijo(a) estén llenos de recuerdos llenos de amor, de protección y de cariño.
Por: Programa Pisotón de la Universidad del Norte Com_pisoton@uninorte.edu.co @unpisoton