¿Qué es una familia?
Un grupo de personas de un mismo núcleo, de padres naturales o por adopción que conforman nuestro entorno, quienes nos trasmiten generacionalmente valores: éticos, sociales, culturales y con quienes aprendemos del amor, la unión, la ternura, entre otros. Es muy importante entender a cada uno de los miembros de la familia, comprendiéndolos por su edad, personalidad y por el momento de la vida que atraviesan.
Hay muchos tipos de familias, pero todas tienen un fin común: estar unidos por un sentimiento de convivencia y solidaridad.
¿Qué necesitamos para formar una familia feliz?
- Amor incondicional: sentirse amado y parte de una familia desarrolla sentimientos de aprecio, respeto y admiración.
- Protección: sentirse protegido desarrolla confianza y seguridad.
- Respeto: es la capacidad de valorar y reconocer los pensamientos y sentimientos de todos. El respeto se gana, no se impone, para mantenerlo es necesario dar ejemplo en todas las situaciones de la vida.
- Honestidad: fundamental para que cualquier relación perdure porque nos brinda la confianza necesaria para seguir adelante. Si algún miembro de la familia comete un error, reconozcamos su sentimiento y aplaudamos la valentía de contarlo, es el primer paso si queremos reparar una falta.
- Responsabilidad: Responder con habilidad a una tarea que se nos encomienda. Desde los más pequeñitos deben tener responsabilidades, esto formará su carácter para que cuando sea un adulto, cumpla con plazos, tiempos y demás factores que exijan responsabilidad.
- Perdón: no es aprobar la mala acción, es reconocer al ser humano que ha fallado y tener compasión de él.
- Creatividad: es la consecuencia de la curiosidad, cuestionarse, pensar, sacar sus propias conclusiones, esto irá desarrollando un pensamiento crítico.
- Comunicación: debe ser adecuada, aprender a identificar qué nos une y por qué vamos a discutir un tema. Aprender a escuchar y aprender a hablar, dar ejemplo, estar atento al tono y expresión que usamos. Si lo que vamos a decir aporta a la convivencia o cierra la posibilidad de resolver el conflicto. La mala, o la falta de comunicación, es la principal causa de infelicidad y malentendidos en las familias.
- Crear Hábitos: actividades que hacemos en familia que se vuelven tradición. Por ejemplo, los almuerzos de los sábados son lazos que nos van a unir siempre. En muchos casos, estos momentos se pierden porque nos dejamos llevar por el día a día de cada uno.
Me pregunto, ¿por qué hay personas de la misma familia tan diferentes? A mi manera de ver existe un principio de vida llamado EL LIBRE ALBEDRÍO, que es la capacidad que tenemos los seres humanos de hacer elecciones, unas conscientes otras inconscientes, hay factores genéticos y de entorno que influyen, pero al final tus decisiones determinan tus acciones y por consiguiente, tú eres responsable de cada una de ellas.
Tú no eliges la familia en la que naces, pero sí debes entender que hay mucho que aprender de esos seres que Dios puso en el camino de tu vida y tan cerca de ti.