La llegada de un bebé a casa despierta diversas expectativas, emociones y curiosidades para sus papás, entre ellas, una gran cantidad de preguntas alrededor de la Lactancia Materna, pues los medios, los abuelos y abuelas, los amigos, nos arrojan una cantidad abismal de información, la cual muchas veces está fundamentada desde las experiencias personales y la verdad, es que en el tema de la Lactancia, cada historia es diferente y está sometida a diversos factores del entorno donde nace el bebé.
Lo cierto es que es un tema bastante relevante y de atención puesto que la Lactancia Materna, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la forma ideal, suficiente, adecuada e insustituible de proporcionar los nutrientes necesarios para el crecimiento y desarrollo de los lactantes, de manera exclusiva durante los primeros seis meses, y como lactancia materna complementaria, hasta los dos años. Esta tiene un rol fundamental pues proporciona un alimento ideal para el crecimiento y el desarrollo sano de los lactantes; a la vez que es de gran relevancia para el proceso reproductivo, con repercusiones importantes en la salud de las madres.
A nivel poblacional, la lactancia materna exclusiva, que es la que se da durante los primeros 6 meses, es la forma de alimentación óptima para los lactantes y aunque posteriormente se le deben empezar a dar al bebé alimentos complementarios, se debe procurar no abandonar la lactancia materna hasta los 2 años o un poco más.
Ahora bien, en el caso de nuestro país Colombia, existe un respaldo constitucional para favorecer esta práctica. El artículo 44 de la Constitución Política de 1991 establece como derecho fundamental de los niños y las niñas la adecuada alimentación, enfatizando en la obligación de la familia, la sociedad y el Estado de asistir y proteger al niño y la niña para garantizar el desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. El Ministerio de Salud y Protección Social, lideraron la construcción del Plan Decenal de Lactancia Materna PDLM (2010 – 2020), “herramienta obligatoria de inclusión en los demás instrumentos de política pública, altamente costo-efectivas en beneficio de la población” (PDLM, 2010, p. 25). Aspecto bastante relevante para que las madres puedan lactar a sus bebés como es adecuado y necesario para promover un efectivo desarrollo y crecimiento de la primera infancia.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) precisa a la lactancia materna como el periodo que transcurre entre la concepción y los dos años de edad de todo ser humano (1.000 días de vida), el cual es “esencialmente vital para su desarrollo” y aporta la alimentación más adecuada puesto que aporta toda la energía y nutrientes requeridos. En ese mismo sentido, constituye una “ventana de oportunidad para las intervenciones en nutrición” porque esencialmente, en este proceso, se forman las estructuras y vías nerviosas que conforman el cerebro y que se van perfeccionando con todas sus funciones.
¡Está demostrada la superioridad de la lactancia materna sobre cualquier otro sustituto! Recomendación avalada por los múltiples beneficios que ésta brinda a la madre y al lactante, dado que contiene anticuerpos que protegen al recién nacido de enfermedades frecuentes en la infancia, especialmente de tipo infeccioso, además de los efectos a largo plazo entre los que se incluyen: un menor riesgo de padecer obesidad y puntajes más elevados en la función cognitiva. ¡La leche materna es la primera comida natural para los lactantes!
La lactancia materna es algo natural. A pesar de esto, amamantar a nuestros pequeños está rodeado de un círculo de creencias populares que pueden confundir a las madres a la hora de lactar, haciendo que muchas veces sea difícil y arduo para algunas y que, incluso, otras abandonen la idea de empezar a dar el pecho. Muchas veces la opinión de las personas del entorno más cercano a la madre, abuela, esposo, amigas, cuñadas, tías, vecinas y colegas, solo por mencionar algunas, pueden influenciar su decisión sobre cuál es la mejor manera de alimentar a tu bebe.
Es conveniente recalcarle a las madres la importancia de iniciar y mantener la lactancia materna exclusiva durante 6 meses. Por su lado, la OMS y la UNICEF recomiendan que la Lactancia se inicie en la primera hora de vida; que el lactante solo reciba leche materna, sin ningún otro alimento ni bebida, ni siquiera agua; que la lactancia se haga a demanda, es decir, con la frecuencia que quiera el niño, tanto de día como de noche y que no se utilicen biberones, tetinas, ni chupetes.
La lactancia ha demostrado ser un factor protector contra distintas enfermedades infecto-contagiosas, del espectro atópico y cardiovasculares, así como contra la leucemia, enterocolitis necrotizante, enfermedad celíaca y enfermedades inflamatorias intestinales. Además, tiene un impacto positivo en el neuro-desarrollo, mejorando el coeficiente intelectual y pudiendo tener una disminución del riesgo de otras condiciones como el déficit atencional, trastorno generalizado del desarrollo y alteraciones de conducta.
Además, la Lactancia Materna:
Está bien demostrado que el lactante no necesita nada más que leche materna hasta los seis meses de edad; ya que, ésta le aporta todos los nutrientes necesarios y por otro lado, la introducción más temprana de otros alimentos puede causarle problemas. A partir de los 6 meses y hasta el año de edad, además de la leche materna, se le pueden ofrecer paulatinamente otros alimentos. De esta forma, el bebé los aceptará mejor, asegurando que recibirá todas las calorías y nutrientes que necesita.
Al respecto, la edad en que ocurre el destete por completo, es decir, que el niño abandona definitivamente la leche materna, es variable y está influido por factores de diversa índole, tanto biológicos, como sociales y culturales. La duración de la lactancia materna es una decisión libre de cada madre y de cada hijo, salvo que se produzca una situación de emergencia que fuerce a finalizar el amamantamiento.
Se debe tener en cuenta que el destete no solo es un cambio en la dieta del niño, sino que es un asunto muy serio con gran repercusión emocional para él y para su madre. El niño puede experimentar sentimientos de frustración y de abandono, al no entender por qué su madre le niega algo tan importante para él; la madre, a su vez, puede experimentar sentimientos de pérdida y de tristeza por haber tenido que cambiar esta forma de relación íntima con su hijo.
Consecuentemente, la madre e hijo/a deben decidir hasta cuando mantener la lactancia. Dar el pecho más allá de los dos años de edad del lactante, aunque es poco frecuente, sigue siendo beneficioso para ambos. Cuando llegue el momento del destete, se realizará de forma progresiva y lenta, para evitar problemas para al bebé y para su madre.
Por lo que se refiere, debemos saber que nuestros niños y niñas representan el futuro, y su crecimiento y desarrollo saludable deben ser una de las máximas prioridades para todas las sociedades. Los recién nacidos, en particular, son especialmente vulnerables frente a la malnutrición y enfermedades infecciosas, que son prevenibles o tratables, en su mayoría.
Por último, invitamos a unirnos a la causa de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2020, la cual busca conscientizar sobre la importancia de este acto y lo refuerza con su lema: “Apoyar la lactancia materna contribuye a un planeta más saludable”. Este año se centrará en el impacto de la alimentación infantil en el medio ambiente y el cambio climático, destacando que es imperativo proteger, promover y apoyar la lactancia materna para la salud del planeta y de su gente.
Colaboración: ANA CHELLIS BONFANTE ACUÑA. Nutricionista Dietista. MND 06881. anachellisb@gmail.com