En las ultimas décadas se ha incrementado el interés por conocer el cerebro humano y entender como se desarrollan las funciones cognitivas y afectivas, las cuales juegan un papel central en el desarrollo académico de nuestros niños, niñas y adolescentes, es por esto que en esta ocasión quiero hacer referencia a las Funciones ejecutivas (FE), para poder conocer un poco acerca de ellas, cual es su función y estimular su desarrollo desde los primeros años de vida.
Lo primero que debo mencionar es que desde la investigación en neurociencias cognitivas las Funciones ejecutivas (F.E.) han demostrados que tienen una incidencia en nuestra vida, nos permiten hacer un plan para realizar un examen, elegir las palabras adecuadas para un discurso, escoger un sabor de helado, el color de un vestido o determinar los pasos que necesitamos para alcanzar una meta profesional o personal, por esta razón es crucial entender que son fundamentales para el desarrollo de nuestra especie y están directamente relacionadas con las habilidades que nos hacen humanos y como lo mencionamos, sus funciones se relacionan con: la regulación de la conducta, el control de impulsos, la planificación y las habilidades sociales, todo lo anterior garantizará el éxito nuestros niños, niñas y adolescentes.
Ahora bien, profundicemos sobre (F.E.) debemos mencionar su influencia en las habilidades académicas, pues inciden directamente en los procesos cognitivos y están implicadas en la resolución de situaciones imprevistas o cambiantes, característica de nuestros tiempos, donde la información el conocimiento y las necesidades cambian en segundos. Es así que estas funciones implican, por lo tanto, componentes tanto de naturaleza cognitiva, como emocional y juegan un papel esencial en la regulación de la conducta orientada a una meta. (García et al., 2013; Brown, 2009; Geurts y Marlies, 2012; Robinson, Goddard, Dritschel, Wisley, y Howlin, 2009; Rodríguez et al., 2010)
En nuestros niños, niñas y adolecentes es fundamental estimular las FE por que esto tendrá implicaciones en su éxito emocional, social, académico y laboral; es necesario desarrollar estas capacidades para formular metas, incrementan las facultades para realizar una planificación exitosa, desarrollar estrategias que les permitan responder y adaptarse a entornos cambiantes para alcanzar sus objetivos, convirtiéndose en un eje fundamental para el éxito de nuestros niños, niñas y adolescentes. Es importante conocer como se desarrollan estas funciones a lo largo de nuestro ciclo vital, por ejemplo, pueden ser estimulada, con tareas go no go, laberintos, rompecabezas, tangram, actividades o juegos que impliquen retener o abstraer información de un texto o de una situación, nos permiten fortalecerlas.
La edad es importante pues dependiendo de esta podremos identificar la aparición o el desarrollo de habilidades como la capacidad de planificación y organización que se hacen mas evidentes en el intervalo comprendido entre los 6 y 8años, cabe aclarar que si bien no alcanzan niveles óptimos hasta edades más tardías, es en este período donde van apareciendo conductas estratégicas, más organizadas y eficientes, convirtiéndose en una etapa fundamental para estimular con tareas que permitan un mayor desarrollo; en este sentido entre los 12 y 14 años de edad, se desarrollaría el control inhibitorio, mientras que otras funciones como la flexibilidad cognitiva, la memoria de trabajo o la resolución de problemas complejos siguen desarrollándose hasta el período comprendido entre los 15-19 años. No obstante, son numerosos los estudios como los de Hughes y Graham, (2008); Marcovich y Zelazo (2009) Pureza et al (2013) los cuales sugieren que estos componentes no maduran completamente hasta la edad adulta, aunque pueden estimularse para garantizar su adecuado desarrollo; este escrito es una invitación a que hablemos e indaguemos acerca de las Funciones ejecutivas, para entender su importancia, funciones y apoyar su adecuada maduración dependiendo del ciclo de desarrollo.
Atte.Frank Ruiz Gómez.
Neuroeducador.
Mg. Neuropsicología.
Experto en trastornos y alteraciones de aprendizaje.