Las bolsas sensoriales nos permiten estimular la creatividad, el lenguaje, la lógica, entre otras cosas; las posibilidades son múltiples y las podemos adaptar, dependiendo del interés específico que necesitemos. Con ellas podemos manipular texturas, buscar objetos escondidos, sentir temperaturas, esparcir y seguir patrones.
Echa el gel, el jabón líquido o espuma de afeitar en la bolsa. Luego, introduce los objetos que escogiste (botones, escarcha, legos, etc.). Por último, sella muy bien la bolsa con la cinta para evitar que se salga algo del contenido.