Estar encerrados en casa con los hij@s y a una pantalla de distancia de l@s maestr@s (en muchos casos) permite, si empezamos a aprender en lo cotidiano, que los padres se conviertan en los aliados perfectos de un aprendizaje autónomo, de juegos libres y creativos, de conocimientos basados en las experiencias, objetos y personas del hogar. ¡Es todo un desafío, pero bien manejado, es una gran oportunidad de crecimiento para la educación!